Canales para publicación y gestión de pedidos (1 y 2)

Seguimos explicando ideas, sugerencias y ejemplos de cara a sacarle más provecho a nuestra empresas en estos días, hoy hemos querido centranos en dos que van muy unidos: los canales de publicación y la gestión de pedidos.

¿Dónde publicar, en todas las redes sociales, en la web, en whatsapp…?

La explosión de los canales y las redes sociales hoy en día es un hecho, y que además es cambiante, rápida y constantemente sale una red social nueva, donde se nos dice que deberíamos estar. Por tanto, la respuesta fácil sería afirmar que hay que estar en todas, ya que queremos que todos nuestros potenciales clientes nos lean. Pero «estar» significa algo más, así que hemos de ser consecuentes con los canales que podemos mantener, para que no sea peor el remedio que la enfermedad. Es decir, es preferible no tenerla a que esté desatendida, ya que dará muy mala imagen de nosotr@s.

Una manera sencilla de resolverlo, si no damos abasto con todo, puede ser comprometerse que a una hora concreta se publicará la novedad en un canal, y los otros redireccionarán a ése. Pongamos por caso, utilizamos un canal de mensajería instantánea (whatsapp o telegram), y allí indicamos que ya tenemos el menú del día siguiente o las novedades en nuestro blog de consejos de electricidad, y los llevamos al enlace de la web, o a los enlaces, donde se ve claramente el mensaje y las condiciones. Porque tenemos que tener presente que la lectura que hace cada uno, cada vez es más dispersa, a múltiples horarios, leído con prisas en el móvil, etc… por tanto, cuanto más claro sea el mensaje, y menos variaciones tenga es mejor. Por eso, es preferible pensar con calma el texto, a correr, para después ir cambiándolo, porque no sabremos qué versión ha leído cada uno y los malentendidos que puede generar. En resumen, debemos tener una estrategia y planificación del ritmo de los contenidos, así como redactar bien todos esos textos o imágenes.

¿Los pedidos por Facebook, whatsapp o formulario en la web?

En relación con lo anterior, aunque hemos de adaptarnos allí donde estén los clientes del producto o servicio que queremos vender, debemos establecer un proceso, sencillo, algo que podamos gestionar fácilmente, pero que nos ayude a no perder de vista que tratamos con personas, y éstas son diferentes, y siempre gusta que nos traten como tales. Por ejemplo, si sabemos que alguien no quiere que le llamemos por teléfono y prefiere el correo, debemos apuntarlo para tener esa deferencia, o que, o por ejemplo, que la calle tiene los números mal puestos, para que no nos volvamos a equivocar, sencillamente, que es alguien con el que ya hemos hablado. Gestionarlo por formulario web, hace que tengamos una tabla guardada con toda esa información para planificar, organizarnos.

Hay diferentes sistemas para llevarlo al día, en función del volumen o de nuestro uso diario. Siempre habrá excepciones, esa señora que sólo usa Whatsapp, o aquel joven que prefiere Instagram. Pero si podemos minimizar los canales donde lo apuntamos, reduciremos nuestros riesgos de error, pudiendo planificar mejor estrategias, stock, tareas, y sobre todo, si lo hacemos con el resto de un equipo.

Además la tecnología posibilita saber más sobre ésto, para poder adaptarnos mejor a las casuísticas y características de nuestros clientes. Saber horarios en que más leen, en que escriben, si lo hacen desde un dispositivo u otro, para prevenir errores de rediseños, imágenes que se ven mal o cuesta más abrir por su tamaño, etc… o en qué idioma prefieren ser atendidos para coordinarnos y que le atienda aquella persona de nuestro equipo que lo hace mejor.

 

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